Jacinto Santos Verduga (chintolo)

Poeta Manabita, 1944 – 1967

Ilustración Cortesía de Freddy Fiallos Calderón – Dadá

 

Acerca del Autor

Jacinto Santos Verduga (conocido entre sus familiares y amigos como Chintolo) poeta ecuatoriano nació en la ciudad de Bahía de Caráquez, Provincia de Manabí, el 16 de Septiembre de 1944 y falleció trágicamente en la ciudad de Guayaquil el 2 de Diciembre de 1967 cuando apenas tenía veinte y tres años de edad y era estudiante de la Facultad de Derecho de la Universidad de Guayaquil.

Su primer libro de poesías titulado Testimonio fue publicado en el año de 1965, más tarde en 1967 publica La Llaga Imsomne.  Pocos días antes de su muerte circula su último libro Con Los Días Contados.

Se incluyen por primera vez, unas pocas de las poesías inéditas de Jacinto Santos Verduga (Chintolo), encontradas, desempolvadas, unas manuscritas a puño y letra por el autor, otras escritas en máquina de escribir, en pedazos de papel amarillentos por el paso del tiempo, como esperando mas de 50 años para ser publicadas, y para que no queden en el olvido.

Todo mérito literario es para el autor Jacinto Santos Verduga (Chintolo).  Esta recopilación literaria es dedicada a todos aquellos familiares, amigos, lectores, y seguidores de Chintolo que querían recordar su poesía.

Jacinto Santos Verduga

Comentarios

Me han conquistado su tristeza y su esperanza. La última estrofa de "Carta a mi Hermano Muerto" es un admirable remate de poesía.

Alicia Yánez de Campos. Quito. Ecuador

"Testimonio: Sumario intenso, sincero, revelador".

Violeta López Suria.  Puerto Rico

"Reciba mis más sinceras y cálidas felicitaciones por su triste-hermoso libro".

Reyna Miers, Montevideo. Uruguay

El "Poema al Hijo" es un apóstrofe aborto, casi una plegaria al hijito que va a llegar, y la voz del padre ante el misterio inminente es una mezcla de ternura biológica y amargura intelectual: El instinto de júbilo, neutralizado por el presentimiento de las encrucijadas trágicas de la vida.

Miguel Sánchez Astudillo S. J. Quito

"Recibí su página de El Universo con su exultante y profunda LA CHOCOLATERA, prosa espumeante y valiosa que lo cimenta poeta de mi preferencia". ..."en tan corto monólogo (MONOLOGO DEL RECUERDO) usted se ha abierto de alas en corazón enternurado".

G. Humberto Mata.  Cuenca, Ecuador

"Ayer dejamos en su definitiva morada a Aquel que amó la Muerte como a una antigua amiga. Era franco y vital como un verso perfecto. Poeta-poeta de la ansiedad suprema, de la inefable búsqueda, de la inquietud más pura. Amigo de diestra leal, lírico compañero de las horas en vuelo, desparramada sombra de la luz más preclara. Su recuerdo perdura. Perdurará en la siembra de los días. En su voz que dilata la verdad desolada de su palabra absorta en un rito de lágrimas. En la eterna Poesía que coronó sus sienes".

Ileana Espinel

"He leído todo su libro; me gusta particularmente DESEO y CARTA A MI HERMANO MUERTO, tiene este último líneas muy logradas

Carmen de la Fuente. México

"En nuestro poder su poemario Testimonio y las colaboraciones que nos remitió para ser publicadas en nuestra revista. Hemos encontrado muy interesantes sus trabajos, ya que domina usted bien la prosa y el verso, y le admiramos su estilo".

Lupo Hernández Rueda, Director de la Revista “Testimonio” de Santo Domingo, República Dominicana

"Testimonio: Excelente libro de Poesía".

Eduardo de la Rica, Director de “El Molino de Papel”.  Cuenca. España

"...de allí que el poema de Jacinto Santos Verduga ("Me Pregunto") sea una meditación marcada por el signo desgarrado del dolor humano y se convierte en una denuncia del corazón por el sufrimiento de los hombres". "...Lo mismo puede decirse de Jacinto Santos Verduga, quien al escribir su "Poema al Hijo" centra su dolor en una angustia existencial que pide más compromiso humano, más justicia y más amor para salvar de la perdición al mundo".

El Universo, de Guayaquil.  Columna “Publicaciones Extranjeras, al comentar dos números de “Lírica Hispana”, de Caracas, 1966-1967

"Amó apasionadamente la vida, y apasionadamente la muerte. Jugó con ambas generosamente. No hubo en él decepción (la amargura es el aire). No conocía el odio. Tenía una extraordinaria curiosidad de morir, de llegar en sábado a la audiencia que él mismo imaginó concede Dios a los suicidas. Nació el año terrible de la Bomba. Su corazón guardó la memoria de letales cenizas. En la altanoche de la Poesía brilló como un cometa. Hemos cruzado los dedos, deseándole Buen Viaje más allá de su muerte".

Carlos Eduardo Jaramillo

"Jacinto Santos Verduga sabía que los ángeles también se suicidan. El era uno de esos ángeles".

León Ocqueteaux

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RECONOCIMIENTOS

Este sitio ha sido posible gracias al esfuerzo voluntario de varios amigos y familiares: Pedro Paulo Nascimento, Ing. Jairo Alejandro Santos Garay, Ab. Alejandro Santos Rivadeneira, Freddy Fiallos Calderón – Dadá, Ing. MBA Juan Fernando Santos Camacho.

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DERECHOS DE AUTOR

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Libros

Testimonio (1965)

La Llaga Insomne (1967)

Con Los Días Contados (1967)

Inéditos