Inéditos

MEMORIAS DE UN NAVEGANTE

John:

 

Pequeño habitante
de un amargo planeta.
Amenazada criatura
que viniste con tu propia muerte
adentro.

 

Futuro corazón,
estrangulado por el tiempo,
para tu larga travesía
yo traigo las cartas
de este navegante náufrago.

 

Ellas te enseñarán la ruta
y las mareas de tu propia sangre.
Aquí hallarás el itinerario
de mi nostalgia,
las tempestadas de mi alma.
y las sirenas que me encantaron.

 

Sabrás también
por qué tomo vino
y me vacio las arterias.
La razón de mi cansancio
y el remedio para mis males,
meses de arriendo atrasados,
otro yo que te contradice en la cabeza,
diarios en las manos con noticias,
que decapitan el sueño,
ganas de haber nacido
con una sordera de muerto,
muertos que pesan como plomo
y heridas que arden
como quemadas
Verás cómo se cotizan los colores
y asombra el horror de la guerra.

 

El amor se adquiere a bajo precio
y es un lujo la decencia.
Por todas partes han crecido dioses
que proclaman el triunfo de las sombras.

 

Condecoran al ladrón. Muere el justo.
Llaman loco al que reclama
y cancelan al que se levanta.

 

Son los satélites pesadillas de pobres
y es el combate el mal del planeta.

 

Esta es la hora a la que llegas.
Esta la tierra que pisará tus plantas.
Tu dirás en el camino la palabra descalza
que aquí te dejo.
Vivirás cerca del mar.

 

Jacinto Santos Verduga