La Llaga Insomne (1967)
MONOLOGO DE LO INESPERADO
Al recoger sus cosas,
el invierno
cargó con mis lágrimas
y se llevó
tus últimos besos.
Como un abrigo
que ya no se pone,
colgué tu nombre
al borde de mi pena.
Y sin presentirlo,
sepulté tu presencia
un viernes santo
por la noche.
¿Por qué el amor
siempre tiene la suerte
de los inviernos?:
Tempestad, tristeza
y huellas hondas
en la tierra.
1966