Ineditos
DIARIO DE UN MUERTO
Martes 24
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Ayer me enterraron.
Y conmigo,
la maldita costumbre
de cortarme las venas,
jugarle la ruleta rusa
a la vida,
y tomar tres veces al día
pastillas para los nervios.
Miércoles 25
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Empiezo a tenerle
un extraño amor
a este sitio rectangular
y húmedo,
-tal vez sea por su parecido
con el que habité primero’
Jueves 26
———
Aquí estoy
para extrangular
tu necio empleño, corazón.
Viernes 27
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Hoy que descansa
por fin
mi sexo
y ella ha dejado
de girar,
como un satélite,
sobre mis sentidos,
pienso en la lección de amor
que sus besos
aprendieron de otras bocas.
En su horizontal ternura
y mi vieja manera
de recorrer el sitio itinerario
de su cuerpo.
Sábado 28
———
¿Sonreirá todavía
mi hijo?
Domingo 29
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Si yo hubiera nacido
ciego, mudo y sordo
quizá la agonía
hubiera sido
a plazos mas corto
y no tuviera ahora
el descanso obligatorio
de esta muerte interminable.
Noviembre 1967
Jacinto Santos Verduga