Ineditos
EL CUENTO DE LAS MONEDAS DE MI HIJO
Necesitaba unas monedas
que sonaran en el bolsillo.
Las quería
para dárselas
al que las pidiera,
para sentirme rico
y comprar la felicidada
por un momento.
Con ellas
podría adquirir la lotería
y a lo mejor
dejaba de escribir versos.
Quise premiar
la paciencia de mi bolsillo
haciendo que rían
las monedas adentro.
Por eso rompí, hijo,
tu alcancía
esta mañana.
1966
Jacinto Santos Verduga